Alguna vez pensé
escalar cumbres contigo
buscar en las cimas
horizontes sin limite
y algún crepúsculo capaz
de enamorar el párpado.
En ocasiones,
la escalada se convirtió
en terreno llano y plácido
eso siempre lo tuvimos
tú y yo,
ese siempre lo anduvimos.
Al igual que tantas veces
surgí en ti como amazona
hábil en tus praderas.
Después me doy cuenta
que pensar en tanta entrega
no es el sueño incierto por vivir
ya que todo, se muestra sereno
y templado, tranquilo, quieto
naciendo a tu lado.
Todo se mece en vuelo
si mezclamos nuestro sentir.
4 comentarios:
Eso es cierto: Cuando se mezclan los sentires todo se vuelve real y cierto.
Entre dos lo mejor es sentir y no pensar cómo sentir.
Un abrazo de Mos desde su orilla.
Hay mezclas que hacen sentir...
salutacions,
b.
Estás que te sales, desbordada.
Me encanta verte así.
Besos,
Anabel, se quedó sin suspiros
Cada dia millor, un petonet
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