lunes, 11 de noviembre de 2013

Maria y Miguel

A María la vistieron de rosa una mañana cualquiera
en su pelo un lazo rosa, y en sus piernas de niña
calcetines rosa.
A Miguel le pusieron corbata en su décimo cumpleaños
con traje y americana de verano.
Nadie le preguntó a María por su color favorito
ni tan sólo si ella quería aquel vestido.
Nadie le preguntó a Miguel, si le apretaba el nudo
de aquella corbata que nunca se habría puesto él.
María soñaba con pelotas, camiones y obras, enredaba
sus ausencias en puertos al otro lado del mundo.
Miguel, dormía sus ojos en uñas pintadas, en pestañas
con rímel y sombras de cien colores avivando ojos.
María y Miguel perdieron su niñez  ocultos tras el silencio
de lo que pudo haber sido y no fue.
María y Miguel, aprendieron  que el respeto cuesta de tener.
Y en los puertos María hoy se llama Miguel
Y Miguel mientras plancha sueña que pronto
le llamarán María y será quien siempre quiso ser.


1 comentario:

Mos dijo...

Es una pasada, Maribel. Me ha encantado este poema-protesta-denuncia-sensible-humano.
Qué bonita historia y qué pena no admitir a la gente así.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.