Puede que esté pasando una crisis de identidad.
Me creí paloma al saber, que medio mundo las odia
por esa manera tan descarada de ensuciar la ciudad.
Pero me sé y en realidad soy más águila.
Ante el espejo, me descubro tímido grano de arena
y sin embargo tras de mi veo claramente
mi sombra que es montaña.
Al colmar vasos me siento gota de más, gota que sobra;
hasta que descubro,
mi alma de río, mi alma de mar.
Pensé por todo ello, -y algún detalle que dejo en las
costuras
del pensar- padecer
una crisis de identidad.
Al final, reconozco mi imagen y mis actos y toda yo.
Por ello rectifico y grito: ¿Crisis? si, pero no de identidad.
1 comentario:
Maribel, me gusta este poema por las imágenes que se montan en mi cabeza al leerlo.
Crisis?, qué crisis?
Un abrazo de Mos desde fuera de la orilla.
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