miércoles, 10 de octubre de 2012

Al final de la escalera



Los peldaños de tu escalera no me asustan
ni que fueran mil, ni que subirlos fuera el fin.
Hoy voy a por ti, a inundar tu alma con mis ganas.
Beberé tu aliento con mis manos y saciaré
todos los momentos que te he soñado,
que te he callado. Hoy voy a por ti
porque sé que allí, arriba, me estás esperando.

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