martes, 28 de octubre de 2014






Olvidar carece de matices.
Entrar en el remolido del silencio
de los tiempos pasados,
es,  un cúmulo de filos ovillados
donde se escribieron todos los colores
de cientos de veranos.
No importa blanco o gris, rojo o anaranjado
no importa tanto,  cuando el papel arrugado
amanece hecho tiras en cualquier lado.
Nos descubrimos pensamiento
en la misma fuerza que somos
una hoja de papel mojado.
Todo color llega en un instante
a ser opaco.



Fotografías de Efrén Montoya.

2 comentarios:

José Manuel dijo...

En el olvido cabe todo eso y más,...incluso el recuerdo.

Un abrazo

C.P:C dijo...

Por que se termina por que así? Un papel escurriendo de lagrimas...