La vida se compone de largas historias
que no queremos o sabemos resumir.
De vez en cuando se asoman al presente
evocando alguna herida, que no llegó a suceder
y de los retales que dejaron en su pasar
cosemos bolsillos de añoranza en el ayer.
Las cicatrices de ese tiempo, quedan
impregnadas en la piel, se hacen zanjas
difíciles de saltar, cuando un desliz rememora
aquello que pudo haber sido sin ser.
3 comentarios:
Amiga Maribel, la creación poética que nos ofreces en este último año se me hace indispensable a pesar de su dureza en ocasiones y su desesperanza en otras.
Por supuesto que todo no es bajo esos adjetivos, no, pero dice mucho de la etapa vital por la que pasas o de la que quieres dejar escrito. Es como un grito silencioso en el papel. Es la crónica de un tiempo de luces y sombras que empañan a veces la realidad y , al mismo tiempo, desea enormemente que la niebla se disipe y llegue la claridad y la luz de nuevo.
Te leo y no me deja indiferente. Intento atrapar lo que se dice en versos desgarrados y otros con más calma.
Lo que sí que puedo decir es que me gustan a pesar de las tormentas que bañan las palabras.
Y es que la vida, querida Maribel, es eso y muchas más sensaciones y vivencias que pululan por el mundo de cada cual. Y a pesar de todo, gracias a la vida.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras en vacaciones.
Hola Maribel, como Mos tus versos no dejan indiferente, ya es bien se sabe que en año de necesidad es grande en poesía.
Un besito
Pd: Te escribo en privado en facebook
Hola, soy Mos. En esta ocasión vengo por aquí para llamar tu atención sobre una nueva entrada en mi blog que me gustaría que leyeras.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
P.S. En otro momento volveré por tu blog con la atención que te mereces.
Hasta pronto.
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