Siempre existió
un oculto parpadeo
entre las palabras.
Un renglón omitido,
conscientes los dos
de las dagas que esconde
el silencio previsto.
Este polvo adherido
a la ventana
donde mis ojos se posan
contemplando, sin sorpresa
el olvido,
no impide abrir destellos
de luz, que en silencio
permite al eco, increpar
la nostalgia
bajo la cantinela de ser
capa sobre capa.
un oculto parpadeo
entre las palabras.
Un renglón omitido,
conscientes los dos
de las dagas que esconde
el silencio previsto.
Este polvo adherido
a la ventana
donde mis ojos se posan
contemplando, sin sorpresa
el olvido,
no impide abrir destellos
de luz, que en silencio
permite al eco, increpar
la nostalgia
bajo la cantinela de ser
capa sobre capa.
2 comentarios:
Qué profundo y bello!!!
Gracias Ángela por este comentario que me dejas, un saludo compañera.
Maribel
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