martes, 5 de marzo de 2013

Enlazar proposiciones


A esta quietud que se abre
ante la vorágine de vida
bajo, casi de puntillas, porque aquí
cabe todo suspiro enardecido.
Con las manos lacradas
contra el viento que acecha
de reseca bofetada dueño.
Desde el mismo infierno vertido
en todos los espíritus, que danzan
entre todos los mortales, menos vivos.
hacia caminos perdidos, dirigimos la vida
para abrir nuevos destinos, inciertos y temidos.
Según la rueda va girando y girando
sin freno en el giro.
Sobre aquello que no vivo
tras aquello que he dormido.

2 comentarios:

Mos dijo...

No hay caminos perdidos si te conducen a nuevos destinos.

Encantado de leerte, Maribel.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

Sandra Garrido dijo...

despierta!! no te pierdas esos nuevos sendero porque seguro que tienen mucho que ofrecerte, aunque temas.

un abrazo