Fco. Caro - Maribel
De lo que fui
se sostiene el silencio.
Ya nada queda
Ya nada queda.
Sólo el silbo del aire
en la alameda
En la alameda,
duerme la luna llena
calma y serena.
Vamos andando
sobres las hojas frías
mano con mano
Mano con mano.
Siento el camino duro
bajo los pies
Pies, hojarasca,
dos cuerpos encendidos
que se levantan.
Alzando el vuelo
de madrugada blanca
Inquieta el alma
Al alma inquieta
en un claro del bosque
otra la espera.
Espera tensa,
arena fina cae
es hora incierta.
Hay dos relojes
dos arenas, dos aguas,
dos corazones.
Hay dos silencios
un solo pensamiento
hay dos latidos
Un pensamiento:
gozar contigo el mar.
Lo ha dicho el viento.
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