jueves, 5 de abril de 2007

Bendita hipocresía.

Disfrazada de aromas
y una mano tendida,
regalando tus labios frases
de cariño dudoso
y no pedido a mis oídos.
rasgas las vestiduras
que no cosimos.
-no hay agujas
para hilos de inocencia
y cinismo.-
Solo el tiempo cura lo dicho
y retrae a la memoria lo vivido.
Ya intenté una vez coser las heridas
a tanta palabra hueca.
Ya intenté una vez dibujar una sonrisa
a flores que no olían a frescas.
Y acabé girando la mirada
hacia un camino nuevo
donde para cruzarlo tocaba apartar piedras.
Aprendí, ¡sabe Díos si aprendí!
Me levanto y ando nuevamente
sin miedo que me aprisione el costado
sin lamento para entregarte
ni atención para prestarte.

No hay comentarios: