miércoles, 20 de noviembre de 2013

Sin habernos despedido.

Puede que algún momento…
de esos en que tu vida
no transcurre por mi vida,
sea entre tus manos, el verso
más sentido del poema perfecto.
O tal vez, el nombre más certero
de una honda canción.
Puede que sea entonces, cuando
te asalte el recuerdo de que todo esto,
antes, ya lo escribí yo.
Puede que sea mañana, o tal vez…
cuando no quede arena en ningún  reloj.
No importa, ya que en ese momento
yo, ya habré dicho adiós.
Aunque bien pensado, el adiós
ya hace mucho que se pronunció.



1 comentario:

Mos dijo...

A veces el adiós no hace falta pronunciarlo porque se vive en ausencia del otro.
Muy bueno, amiga Maribel.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.