Hoy voy a
ser princesa en un cuento de hadas
permitiré
que toquen mi rutina con sus varitas mágicas.
En un
gracioso movimiento, harán que el agua
limpie los platos;
la escoba,
juegue a patinar con la fregona mientras barre y friega el suelo;
que la
bayeta ejecute un baile sobre los muebles
y enganche el polvo en un ritmo frenético.
Un coro de
pajarillos con gotas de lluvia en su vuelo,
descubrirán transparencias en los ventanales.
La ropa
saltará de la lavadora al tendedero, del tendedero
en fila
india bajo la plancha y de la plancha directas al ropero.
En los
fogones cocerán caldos suculentos mientras el horno expande
perfume de
canela y postres de chuparse los dedos.
Hoy voy a
ser princesa de un cuento de hadas.
Al menos…
mientras dure este café que ahora bebo.
4 comentarios:
Qué bueno, ¿no?
Tú eras ya princesa antes de empezar el café. :):):):)
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Dame de se café a mí también, anda.
Besos,
Anabel
Que el sueño dure para siempreeeeeeeee
Es muy bonito, pero lo mejor es que transmite.
Te dejo enlace de mi blog. http://versos-lome.blogspot.com.es/
Un abrazo
Publicar un comentario