Hoy las puertas del infierno se han abierto
escupen fuego despiadado desde su interior
y las lágrimas brotan impotentes
en el preludio de tanto dolor.
Ejerce de inquisidor el cuerpo
prendiendo hogueras bajo la piel
ni un resquicio de calma, asoma más acá
del tiempo dormido, del tiempo que flota
sobre nubes y espejismos.
Hoy las puertas del infierno, aparecen sordas
devorando los milímetros de piel que aún
no habían poseído.
2 comentarios:
Mientras haya un respiro, haya un escape, haya una salida, los lamentos podrán escapar entre los versos.
Arden los versos tanto como ese infierno que destruye.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Para escribir con tanto desgarro, el infierno debe de haber estado a tus pies. Deseo que todo este bien.
Un beso
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